Las 22 lecciones de publicidad de Leo Burnett

Leo Burnett (1891-1971) fue un ejecutivo publicitario estadounidense y fundador de Leo Burnett Worldwide.
En diciembre de 1967, casi al final de su carrera, Burnett pronunció su discurso «Cuándo quitar mi nombre de la puerta» en la reunión navideña de la agencia.
Fue responsable de la creación de algunos de los personajes y campañas publicitarias más conocidas del siglo XX, incluido Tony the Tiger, el Hombre de Marlboro, el Reparador de Maytag, el conocido eslogan «Fly the Friendly Skies» de United Airlines o el «Good Hands» de Allstate.
En 1935, fundó la Leo Burnett Company, Inc.
Leo Burnett Worldwide es una de las agencias publicitarias más importantes del mundo.
Desde el año 2002 forma parte de la multinacional Publicis Groupe.
La agencia nace en Chicago el 5 de agosto de 1935 y toma el nombre del propio fundador, Leo Burnett.
Leo Burnett afirmaba que la publicidad, que es inevitablemente «ingannevole» (del italiano, engañosa), debe por lo menos intentar hablar de una forma sencilla.
Una buena publicidad tiene que ser directa, creíble, y acompañada por el estímulo emocional del calor.
El discurso de Navidad de Leo Burnett en 1967.
Las 22 lecciones de la publicidad de este épico y emotivo discurso de Leo Burnett de 1967 durante el discurso de Navidad de 1967.
Este emotivo discurso de Leo Burnett de 1967 pone los pelos de punta al mismo tiempo que ofrece importantes lecciones publicitarias.
Fue en 1967 con motivo de Navidad y se ha convertido en uno de los discursos más motivadores del ámbito de la publicidad.
Podría transformarse en lecciones del punto al que no se debería llegar en cualquier agencia publicitaria.
Cuando pases más tiempo intentando ganar dinero y menos tiempo haciendo publicidad.
Cuando olvides la pura diversión de hacer anuncios y el subidón que da, el clima creativo del lugar debe ser igual de importante que el dinero para esta gente especial, redactores, artistas y gente de negocios que compone la compañía y la hace funcionar.
Cuando pierdas la inquietud de que lo que se hace siempre puede estar mejor.
Cuando pierdas las ganas de hacer un buen trabajo independientemente del cliente, el dinero o el esfuerzo.
Cuando pierdas la pasión por cuidar los detalles y el odio por dejar cabos sueltos.
Cuando dejes de alcanzar con creatividad, el matrimonio de palabras e imágenes que produce un efecto memorable, fresco y creíble.
Cuando dejas de convencerte todos los días de la idea de que, los mejores anuncios son la esencia de Leo Burnett.
Cuando dejes de ser lo que Thoreau llamaba una corporación consciente, que para mí significa una corporación de hombres y mujeres conscientes.
Cuando empieces a comprometer la integridad, que siempre ha sido la sangre y tripa de esta agencia.
Cuando te bajes a lo cómodo y racionalices actos de oportunismo para ganar dinero fácil.
Cuando enseñes pequeños signos de mala educación o de listillo y perder la sutileza.
Cuando tu interés principal sea el tamaño; ser grande, en vez de bueno, trabajador y brillante.
Cuando tu visión se enfoque en la cantidad de ventanas que tienen los despachos.
Cuando pierdas la humildad y te conviertas en un prepotente, demasiado grande para tus zapatos.
Cuando las manzanas de repente sean solo para comer (o para sacar brillo), no un símbolo de nuestro tono y profesionalidad.
Cuando no estés de acuerdo con algo y empieces a machacar a la persona que lo hizo, en vez de al trabajo en sí.
Cuando dejes de construir ideas fuertes, vitales y empieces a producir como en una fábrica.
Cuando comiences a creer que, para ser más eficaz, un espíritu creativo puede delegar y administrar y olvides que solo debe ser cuidado, estimulado e inspirado.
Cuando empieces a decir qué es una agencia creativa en vez de serla.
Cuando pierdas el respeto por el hombre solitario en su máquina de escribir o mesa de dibujar o detrás de su cámara o simplemente garabateando con un lápiz o haciendo un plan de medios.
Cuando te olvides del hombre solitario y gracias a Dios por él, porque hizo posible la Agencia que tenemos hoy, en vez del al trabajo en sí.
Cuando te olvides de que él es el hombre, el que siempre está trabajando más duro, quien a veces, aunque solo por un instante, alcanza una de las ardientes e inalcanzables estrellas.
Frases para la Historia de la publicidad de Leo Burnet
Creo que un trabajo creativo superior siempre ha sido, es, y siempre será, el eje de la rueda de cualquier agencia de éxito.
Cuando un hombre sabe con toda certeza que tiene razón, y sigue actuando en consecuencia, evita la trampa del compromiso, permaneciendo incorruptible.
La cosa más importante a conseguir en publicidad, en mi opinión, es la credibilidad, y nada es más creíble que el producto por sí mismo.
En este negocio, cuando empiezas poniendo más énfasis en contar dinero en lugar de sacar mejores anuncios y, por otra parte, ofreciendo a tu cliente un mejor servicio, pronto aprendes que hay muy poco dinero que contar.
Yo no entré en la publicidad como si nada, sino que fue la publicidad quien me atrapó.